Cada mañana aún te siento a mi lado
y te abrazo tan fuerte como una última vez,
te vuelves más fría que mis noches vacías
y en el silencio un te amo parece un después.
Queman las manos que son casi nada
y se disipan sutílmente en lo que queda de piel,
te observo en frente y a la vez tan distante
y si te llamo te acercas para esfumarte a mis pies.
Cada palabra respira tu esencia
y pronuncio tu nombre muy dentro de mi,
se apagan las voces que tocan tu alma
y el recuerdo en tu ausencia me habla tanto de ti...
Se cansa mi mirada de buscarte en todas partes,
grita: ¿donde estás?, aunque la voz no te encuentra
y mi vida te espera de esquina en esquina,
a pesar de que llegues solo a pasarle la cuenta.
Cada sentimiento lo tengo encontrado
y aún hoy mis besos se entregan a ti,
mientras en casa aguarda un espejismo enamorado,
en mis sueños te encuentro aunque al despertar...tú te has de ir.
