domingo, 14 de octubre de 2007

Diario de un amor

Voy a contaros una historia,
permitanme un momento, hacer memoria
para daros lo mejor de mi, en este relato
para ilustrarles esta historia, cual tal retrato.

Joven primavera una ves sentí en mi vida
dulces hojas de sakura caían suavemente de mi cielo
descubrí aquel día, que para el amor no hay medida
que el corazón me recitaba, el sentimiento que había guardado con recelo.

Nunca fui conciente, de que albergaba tal sentimiento
talvez por mi tranquilidad, o posiblemente falta de atención
algo que no se puede describir con palabras, intentarlo significaría que miento
pero dejemonos de esto, basta de tanta generalización.

Dulce señorita que vi una noche de luna llena
quien cómplice de nuestro juego nos bañaba con su hermozo brillo
fue esa vez admirandola en tal noche plena
que sentí que no me salian las palabras, me sentía un chiquillo.

Me miraba dulcemente sin pronunciar ni una palabra,
sus manos me acariciaban con una ternura jamas experimentada
yo moría por besarla, dejando que las puertas de mi corazón se abran
cuando finalmente, besando sus labios, en un dulce sueño me consumí.

Oh querido sueño! siendo la luna testigo de todos nuestros acciones
nunca viví un amor tan pleno. tan puro. tan sincero...
sus abrazos y caricias, ella era la dueña de mis pasiones
estaría mas que dispuesto a estar siempre con ella, estoy seguro que la quiero.

Pero ... hasta el más dulce sueño tiene que terminar
derrepente desperté, en plena oscuridad de mi recámara,
me di cuenta ... que solo era un delirio, talvez una relación que jamas debio caminar
me quede tranquilo, esperando que mi corazón se tranquilizara.

Poco a poco las lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas
recordando lo que mi corazón jamas pudo olvidar
ella dejo una huella en mi alma, que no creo que nadie pueda borrar
me vuelve doler esa vieja herida, duele tanto que siento que acabará con mis días

Me limpio las lágrimas lentamente, respirando hondo ... muy hondo
dejando todo en el pasado una vez mas, cerrando la herida otra vez
vuelvo a cerrar los ojos lentamente, sin percatarme que muy en el fondo
tu recuerdo vuelve a latir en mis sentimientos ... una vez ... y otra vez ...